DELINCUENTE NO SE ESPERA QUE IBA A RECIBIR SU MISMA PAGA.
En una dramática respuesta a la creciente ola de delincuencia que ha afectado a nivel nacional e internacional, un grupo de ciudadanos ha decidido tomar medidas extremas para protegerse a sí mismos y a sus comunidades. La frustración acumulada por la falta de acción por parte de las autoridades y el aumento constante de los delitos ha llevado a algunos individuos a defenderse con armas.
Esta situación ha generado un intenso debate en la sociedad, con opiniones encontradas sobre la efectividad y la legalidad de esta respuesta ciudadana. Mientras algunos argumentan que es un derecho fundamental de los ciudadanos protegerse y a sus seres queridos, otros advierten sobre los riesgos que implica tomar la justicia por cuenta propia.
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